En Vía Reggio creemos que el ambiente es un educador más. No es solo el lugar donde sucede la experiencia, sino un lenguaje vivo que “habla” de lo que aquí es importante: los vínculos, la confianza, la pertenencia y el cuidado.
El encuentro comienza mucho antes de llegar a la escuela. Empieza en el trayecto, en las expectativas, en las emociones que llevan los niños y las familias consigo. Y al llegar… el ambiente es el primer encuentro.
La definición que puede darte una idea más completa es la de Iglesias,L. (1996) que define ambiente como:
“Conjunto del espacio físico y relaciones que se establecen en él (afectos, relaciones interpersonales entre niños, adultos y sociedad). Un todo indisociado de objetos, olores, formas, colores, sonidos, y personas que habitan y se relacionan en un determinado marco físico que lo contiene todo y al mismo tiempo es contenido por todos estos elementos que laten dentro de él.”
Un ambiente que genera encuentros habla por sí mismo de lo que ahí es importante: conectar con el niño, con el adulto, con las familias. Es el lugar de acogida y de reconocimiento, que expresa la identidad no solo de los niños y niñas, sino también de sus familias.
Queremos que cada rincón de la escuela tenga un pedacito de casa: los materiales que cuentan historias, los muros que reflejan lo que los niños y niñas piensan y sienten, las familias que se reconocen en los dibujos y palabras de sus hijos; en fin, espacios que invitan a detenerse, mirar y sentirse parte.
Nuestros docentes lo saben y preparan el ambiente de tal manera que la escuela tenga un pedacito de casa. Porque el ambiente es un tercer educador, habla de educar en los encuentros y los vínculos: con los otros, con uno mismo, con el mundo.
Al final, lo que buscamos es lo esencial: que al entrar a la escuela, cada niño y cada familia sientan que pertenecen, que son vistos, que aquí hay un lugar para encontrarse.
Fernanda Escobosa
Directora General